Imagina que estás en una cafetería charlando con tu amigo que estudia psicología. De repente, recuerdas que has leído un post sobre el máximo potencial y le sueltas: “¿Sabías que solo usamos el 10% del cerebro?”. Tu amigo psicólogo, con una sonrisa amigable, responde: “Eso es un neuromito, colega. En realidad, utilizamos todo nuestro cerebro. Es una creencia popular muy extendida, pero no tiene base científica.”
🔍 Cómo se crea y mantiene un neuromito: La fábrica de mitos educativos
📌 Origen: Todo empieza con un estudio científico real… pero malinterpretado. Por ejemplo, en los 60, experimentos con ratas en jaulas “enriquecidas” se usaron para justificar la sobreestimulación infantil👩🔬. Un dato aislado se exagera o saca de contexto.
📌 Distorsión: Los medios y redes sociales lo simplifican hasta convertirlo en un titular sexi. “¡Juguetes educativos harán a tu hijo un genio!” 📢.
📌 Persistencia: Nuestro cerebro adora las ideas simples. El sesgo de confirmación nos hace buscar ejemplos que lo apoyen (“Mi sobrino aprendió a leer con videos”) 🤯.
📌 Difusión en medios: Aparece en revistas, cursos para profesores y charlas TED.
📌 Aplicación educativa: Llega a las aulas. ¿El resultado? Métodos pedagógicos basados en ficción, como enseñar matemáticas con pompones a los “kinestésicos” 👩🏫.
📌 Difícil de erradicar: Aunque la ciencia lo desmienta (como hizo la OCDE en 2002), el mito sigue vivo. Es más fácil creer en atajos mágicos que en la complejidad cerebral 🧩.
🧠 Neuromitos educativos: Cuando la ciencia se convierte en cuento chino
Todo empezó en los años 80, cuando el neurocirujano Alan Crockard usó el término “neuromito” para describir ideas sobre el cerebro que circulaban entre médicos… ¡y que eran tan ciertas como los unicornios! 🦄. La cosa se puso seria en 2002, cuando la OCDE advirtió que estos mitos se habían colado en las aulas como profesores suplentes.
¿El premio gordo? Un estudio reveló que el 96% de los docentes en Países Bajos creía que los alumnos aprenden mejor si usas su “estilo de aprendizaje preferido” (visual, auditivo…). En Reino Unido, el 93%. Y España no se salva: investigaciones como la de Marta Ferrero (2016) muestran cifras similares. Lo curioso es que cuanto más interés tenían los profesores por la neurociencia, más probable era que creyeran en estos mitos. Y debo añadir que en el mundo de la psicología ocurre igual. Yo incluso piqué en el primero hace unos años, cuando comenzaba mi andadura profesional.
🎓 El timo de los estilos de aprendizaje (o por qué tu profe de mates estaba equivocado)
“Soy visual, necesito verlo en un gráfico”. ¿Te suena? Pues prepárate: no existe evidencia científica que respalde los estilos de aprendizaje. Imagina este experimento:
- Se explica un tema usando métodos visuales → examen.
- Mismo tema, métodos auditivos → otro examen. Si la teoría fuera cierta, los que sacaron buena nota en el primer examen fracasarían en el segundo, y viceversa. ¿Resultado real? Los mismos estudiantes destacaban en ambos.
¿Entonces por qué algunos profes juran que “funciona”? Simple: cuando explicas algo de 5 formas diferentes, más alumnos lo entienden… ¡pero no por su “estilo”! Es como ofrecer hamburguesas, pizzas y ensaladas: cuantas más opciones, más comensales satisfechos 🍔.
Mi historia geek-futbolera:
De pequeño, devoraba datos de fútbol. Aprendí que Donetsk está en Ucrania (gracias, Shakhtar), que el Nervión es un barrio sevillano (hola, Sevilla), y hasta la ubicación del Manzanares (merci, Atlético de Madrid). ¿Era por ser “visual”? ¡No! Me apasionaba el tema, así que cada dato nuevo era como un gol de Messi en mi memoria. Moraleja: la motivación manda ⚽.
🧸 Baby Einstein y la farsa de los ambientes hiperestimulados
“¡Compre nuestro curso para bebés! ¡Lo convertiremos en un genio!“. Suena bien, ¿verdad? Pero es como decir que por comprarle a tu hijo todos los libros del mundo, se convertirá en un premio Nobel. El mito del “ambiente enriquecido” nació con ratas en jaulas: las que tenían juguetes desarrollaban más el cerebro. Pero ¡ojo! Para esas ratas, tener juguetes era como pasar de vivir en una cárcel a tener una celda con tele.
Su “ambiente enriquecido” era terriblemente pobre en comparación con el ambiente de naturaleza y libertad en el que se puede criar una rata. Lo que realmente demostró el experimento es que la falta total de estímulos atrofia el cerebro, no que una sobredosis de juguetes te haga más listo. Es como si dijéramos que regar una planta con un cubo de agua la hace crecer más que regarla con un vaso: sí, la falta de agua la mata, pero pasarse tampoco es bueno.”
La clave está en dos tipos de plasticidad cerebral:
1️⃣ Dependiente de experiencia: aprender idiomas, tocar piano… Ocurre toda la vida 🎹.
2️⃣ Expectante de experiencia: desarrollo visual o del lenguaje en primeros años 👶.
Traducción: No necesitas saturar a tu hijo con flashcards. Basta con hablarle mucho (¡30 millones de palabras al menos escuchan algunos niños a los 3 años!) y evitar pantallas antes de los 2 años 📵.
💡 El 10% cerebral: el mito que hizo rico a Luc Besson
Lucy (2014) nos hizo soñar con poderes telepáticos… si usáramos el 100% del cerebro. La realidad es menos glamurosa:
🔍 4 pruebas que desmontan el mito:
- Evolución: ¿Para qué mantener un órgano que consume el 20% de nuestra energía si solo usamos el 10%? 🧬
- Neuroimagen: Hasta dormidos, todo el cerebro está activo 💤 (demostrado con técnicas de neuroimagen).
- Lesiones: Daño en cualquier zona → secuelas 🚑. Si solo usáramos el 10%, habría muchas menos posibilidades de padecer secuelas al tener un accidente.
- Superdotados: No tienen más actividad cerebral que tú 🧠 (demostrado con técnicas de neuroimagen).
Dato friki: Pacientes con síndrome X frágil tienen más conexiones neuronales… y padecen discapacidad intelectual. Más no siempre es mejor 🧩.

🎨 Cerebro creativo vs cerebro lógico (lateralidad): el día que izquierda y derecha hicieron las paces
“Soy de hemisferio derecho: creativo y caótico”. Bonita teoría… pero falsa como billete de 3 euros.
Verdades incómodas:
- El cuerpo calloso (250 millones de “cables” entre hemisferios) los mantiene en constante charla 📞.
- Incluso tareas “laterales” como el lenguaje necesitan ambos lados 🗣️.
- ¿Creatividad? Un estudio mostró que compositores usaban ambos hemisferios al improvisar 🎼.
Ironía: El “hemisferio dominante” en neurociencia solo significa dónde está el área del lenguaje (izquierda en el 95% de diestros). Nada que ver con ser Picasso o Einstein 🖌️.
Bonus: el multitasking
“El multitasking mejora la productividad”: Estudios muestran que dividir la atención entre varias tareas disminuye la eficiencia y la calidad del trabajo realizado (la de veces que habré desmontado esto en consulta… 🤦♂️🤦♂️🤦♂️). Qué manía con mi mejor versión. Pero de esto hablamos otro día ;-).
🚨 Epílogo: Por qué importan estos mitos
En 2012, Pasquinelli comparó los neuromitos con virus informáticos: se propagan rápido y son difíciles de eliminar. El problema no es creerlos, sino basar métodos educativos en ellos.
Consecuencias reales:
- Recursos malgastados: Escuelas invierten en materiales para “estilos de aprendizaje” que no funcionan (¡hola, hiperdigitalización!).
- Desigualdad educativa: Niños de entornos vulnerables son los más perjudicados por métodos no validados.
- Frustración docente: Profesores se sienten fracasar cuando las “técnicas milagro” no dan resultado.
¿Solución? Pensamiento crítico + ciencia real. Como dijo Carl Sagan: “Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias”. Y en educación, donde moldeamos mentes, más.
Recuerda: Todos tenemos la capacidad de aprender, independientemente de cómo se nos presente la información. Lo importante es encontrar las estrategias que nos ayuden a aprovechar al máximo nuestro potencial.
📚 Bibliografía
- Crockard, A. (1996). Confessions of a brain surgeon. New Scientist.
- OECD. (2002). Understanding the Brain: Towards a New Learning Science.
- Dekker, S. et al. (2012). Neuromyths in Education. Frontiers in Psychology.
- Ferrero, M. et al. (2016). Neuromyths in Education. Frontiers in Human Neuroscience.
- Pashler, H. et al. (2008). Learning Styles. Psychological Science in the Public Interest.
- Coffield, F. et al. (2004). Learning styles and pedagogy in post-16 learning.
- Kirschner, P.A. (2017). Stop propagating the learning styles myth. Computers in Education.
- Riener, C. & Willingham, D. (2010). The Myth of Learning Styles. Change Magazine.
- Suter, S. et al. (1995). Meaningful Differences in the Everyday Experience of Young American Children.
- Diamond, M.C. et al. (1964). Effects of enriched environment on rat cerebral cortex. Journal of Comparative Neurology.
- Greenough, W.T. et al. (1987). Experience and brain development. Child Development.
- Draganski, B. et al. (2004). Changes in grey matter induced by training. Nature.
- Tau, G.Z. & Peterson, B.S. (2010). Normal Development of Brain Circuits. Neuropsychopharmacology.
- Hart, B. & Risley, T.R. (1995). Meaningful Differences.
- American Academy of Pediatrics. (2016). Media and Young Minds.
- Beyerstein, B.L. (1999). Whence cometh the myth. Mind Myths.
- Kajimura, N. et al. (1999). Activity during Sleep. Journal of Neuroscience.
- Mrázik, M. & Dombrowski, S.C. (2010). Neurobiological Foundations of Giftedness. Roeper Review.
- Irwin, S.A. et al. (2001). Fragile-X Syndrome. American Journal of Medical Genetics.
- Nielsen, J.A. et al. (2013). Left-Brain vs. Right-Brain. PLOS ONE.
- Lindell, A.K. & Kidd, E. (2011). Why Right-Brain Teaching is Half-Witted. Mind, Brain, and Education.
- Carlsson, I. et al. (2000). Neurobiology of Creativity. Neuropsychologia.
- Pasquinelli, E. (2012). Neuromyths. Mind, Brain, and Education.
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Nota:
Este post está basado en el capítulo “Mitos pseudocientíficos sobre el aprendizaje” de Ruiz Martín (2021). Se ha adaptado el estilo de escritura a un tono informal pero informativo, manteniendo las citas y la bibliografía.
- Ruiz Martin, H. (2021). Mitos pseudocientíficos sobre el aprendizaje. En ¿Cómo aprendemos?: Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza (3a ed, pp. 295-308). Graó.-