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¿Esto te resulta familiar?

Un sábado por la noche decides quedarte en casa después de una agotadora semana porque te apetece descansar. Quieres ver una peli o serie que te guste, o leer, hacerte una cena rica, o quedar máximo con una persona en casa para estar en un ambiente tranquilo. A pesar de que tus amigos/as te hayan dicho de salir. 

Lo estás disfrutando. Pero imagina ahora que, en algún momento, coges tu móvil, y te metes en redes sociales. Entonces ves que tus amigos/as han ido a algún bar que te gusta mucho, un pub donde sueles divertirte, o en definitiva, han hecho algún plan que te llama la atención, y además da la sensación de que se están divirtiendo bastante. 

En ese momento empiezas a sentir un poco de ansiedad. También inseguridad sobre si has escogido bien a pesar de que necesitaras descansar. Te empiezas a machacar pensando que tendrías que haber ido, que te has perdido ese plan, que no estás compartiendo eso con tus amigos/as… etcétera. 

Esto, ha sido denominado FOMO.

Y, ¿qué es el FOMO?

El FOMO (Fear Of Missing Out) por sus siglas en inglés, es el “miedo a quedarse fuera” o “miedo a perderse algo”, y está altamente relacionado con el uso que hacemos de las redes sociales, que entre otras cosas, han despertado en nosotros la necesidad de estar continuamente conectados, viendo, hablando, compartiendo, participando… para evitar perdernos algo, un comportamiento que ha aumentado los niveles de ansiedad. 

Al final el FOMO, a pesar de que es un término relativamente nuevo, primitivamente hablando no es más que el miedo a la exclusión, al rechazo, a no pertenecer a un grupo. Un miedo que está intrínseco en el ser humano, porque somos seres sociales. 

Solo que al introducir las nuevas tecnologías tenemos acceso a una información constante tanto del resto de personas como de qué están haciendo.

Ahora bien, ¿cómo nos afecta entonces en este miedo intrínseco añadir algo como las redes sociales?

¿Cómo puede afectarnos el FOMO y las redes sociales?

  • Puede generar un uso descontrolado de las nuevas tecnologías, por la necesidad de estar constantemente conectados/as y actualizados/as
  • Ansiedad al estar separados del móvil, perdernos algún plan, no poder compartir algo de lo que estamos haciendo, no tener batería,… etc. 
  • Un aumento de la comparación negativa con los demás y sus vidas
  • Una insatisfacción constante tanto con nosotros/as mismos/as como con nuestra vida 
  • Problemas de autoestima 
  • Sobrecarga de actividades en el día para poder estar en todo, con el consecuente cansancio de “correr de un lado a otro”
  • Dificultad para elegir unos planes antes que otros
  • Un incremento de la sensación de exclusión, aislamiento y soledad
  • Disminución de las habilidades sociales y de la interacción con los demás de forma física, presencial, sin una pantalla de por medio
  • Problemas de concentración
  • Aumento del estrés
  • Inquietud 
  • Problemas de sueño
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La realidad de las redes

Ante esto, es importante recordar que cuando entro en redes sociales, lo que normalmente encuentro son los lugares o paisajes más impresionantes, los planes más divertidos, los barcos en la playa en verano, los viajes más extraordinarios, los mejores amigos, los triunfos…,. En conclusión, las imágenes más positivas. Como si la parte desagradable de la vida se suprimiese. Prácticamente nadie sube fotos llorando, la tristeza ante la ruptura con la pareja, la ansiedad al buscar trabajo, la discusión con un familiar, el conflicto con un amigo… Es más, cuando se ha dado el caso de que alguien lo ha hecho, ha producido cierta incomodidad o incluso ha sido juzgado. 

Por eso, hay que tener en cuenta que las cosas que vemos en redes sociales son pequeños fragmentos de la vida de alguien, no la totalidad, y además, a menudo, son momentos que están embellecidos, pasados por filtros, idealizados… Algo que está bastante alejado de la realidad, y la cotidianidad que acompaña realmente a nuestro día a día. 

¿Cómo podemos regular esto?

Tenemos que asimilar que cuando estoy eligiendo una opción, eso inevitablemente me lleva a “des-elegir” otra. Parece una tontería, pero la exposición a tanta información nos hace pensar que hay tanto “a nuestro alcance” que no queremos perdernos nada.

Pero esto es imposible. Vamos a perdernos muchas cosas en la vida, porque la única manera de no hacerlo sería aumentar las horas que tiene un día, o dividirnos en dos, y esas dos opciones, como sabréis, son inviables. Por no hablar de que si intento estar en todo y en todas partes sin que ninguna de estas dos opciones surrealistas me acompañe, vamos a acabar exhaustos y no vamos a disfrutar ni siquiera de los planes que se supone que están destinados para el ocio y a recargar nuestra energía. Seguro que muchas personas se sienten identificadas con esto último.

La importancia radica en aprender a gestionar esto para que la exposición a tanta información no nos genere ese nivel de ansiedad. Como prácticamente la mayoría de cosas, es complicado y difícil, pero no imposible. 

Podemos aprender a hacer poco a poco un uso responsable de las redes sociales. No podemos eliminarlas, forman parte de nuestra vida y de nuestra manera de relacionarlos, pero la terapia te ayuda y te enseña a regularlas, hacer un uso, como ya he mencionado antes, más responsable y racional, a crear hábitos más moderados, ponernos límites a nosotros mismos, y a conectar con el momento presente, nuestro entorno, y con esa vida alejada de las pantallas que hay que vivir. 

Si crees que necesitas ayuda, por favor, no dudes en contactar con nosotros:

  • Correo electrónico: claudiajimenez.psicologia@gmail.com / visesen@gmail.com
  • Teléfono: 630 659 166
  • Nuestra página web: https://mesquesalut.info/
Bibliografía

Soriano-Sánchez, J. G. (2022). Factores psicológicos y consecuencias del Síndrome Fear of Missing Out: Una Revisión Sistemática. Journal of Psychology & Education/Revista de Psicología y Educación, 17 (1).

Pérez-Elizondo, A.D. (2020). ¿Qué es el síndrome FOMO? Psicología.com, 24.

116 estrés, eutrés y distrés
Tiempo de lectura: 3 minutos
116 estrés, eutrés y distrés
Hablemos de Psicología
116. Estrés
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Hola a todos, bienvenidos a nuestro programa de hoy. Tenemos el placer de contar con Vicente, nuestro psicólogo de cabecera, y el espacio de hoy va sobre el estrés.. Vicente ¿qué tal? y ¿qué es el estrés?

¡Hola Pepa! En efecto, hoy vamos a hablar un poco sobre este mecanismo de supervivencia que es el estrés, para aclarar un poco términos y que nuestros oyentes tengan más información. El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante una situación desafiante o amenazante. Es un estado de tensión física y mental que nos prepara para luchar o huir (Selye, 1974).

¿Luchar o huir? Explícanos un poco más sobre esto, Vicente

Claro Pepa, es una respuesta evolutiva, que tiene efectos en nuestro cuerpo, a corto plazo -inmediato-: Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, tensión muscular, dilatación de las pupilas, sudoración, aumento de la glucosa en sangre. Estos cambios nos preparan para luchar o huir. Son síntomas que se dan cuando nuestro cuerpo interpreta una señal -o varias- como amenazantes.

Me comentabas fuera de micro, que hay varios tipos de estrés ¿podrías explicar esto?

  • Estrés: Es un término general que se refiere a la respuesta del cuerpo ante una situación desafiante.
  • Distrés: Es el estrés negativo, que puede ser perjudicial para nuestra salud física y mental. Se caracteriza por sentimientos de ansiedad, miedo, ira, y frustración. Es lo que entendemos comúnmente como ansiedad.
  • Eustrés: Es el estrés positivo, que nos motiva a actuar y nos ayuda a superar desafíos. Se caracteriza por sentimientos de energía, entusiasmo, y confianza.

Creo que es importante saber diferenciar, puesto que la interpretación de las señales fisiológicas (síntomas) nos puede ayudar a regular y a gestionar mejor los momentos tanto de distrés como de eutrés.

Entiendo… Imagino que estas cosas se pueden trabajar en consulta, en un proceso terapéutico. Vicente, supongo que a ti te llegarán muchas personas con problemas de estrés, según tu experiencia, ¿qué puedes decirnos?

Pues Pepa, lo primero es que muchas veces llega mucha gente con etiquetas en la cabeza, refiriéndome que se sienten angustiados por la posibilidad de tener tal o cual trastorno porque lo han leído aquí o allá, cuando en realidad lo que les pasa es que llevan una vida estresada y al límite y ¿sabes qué? Estar estresado es una de las principales barreras para no poder seguir una dieta equilibrada. De hecho, podemos hablar de los efectos del distrés a largo plazo, si quieres.

¡Por supuesto! Adelante

Te comento, a largo plazo, el estrés puede tener una serie de efectos negativos en nuestra salud física y mental, como:

  • Problemas cardiovasculares: Hipertensión, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular.
  • Problemas digestivos: Úlceras gástricas, colitis irritable.
  • Problemas inmunológicos: Debilitamiento del sistema inmunológico, mayor susceptibilidad a enfermedades.
  • Problemas de salud mental: Ansiedad, depresión, insomnio.
estres eutres y distres

A nivel psicológico:

A corto plazo:

  • Ansiedad: Inquietud, nerviosismo, dificultad para concentrarse, irritabilidad.
  • Miedo: Reacción de aprehensión ante una amenaza percibida.
  • Preocupación: Pensamientos repetitivos sobre eventos negativos.
  • Insomnio: Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
  • Fatiga mental: Disminución de la energía y la capacidad de concentración.

A largo plazo:

  • Depresión: Sentimientos de tristeza, desesperanza y pérdida de interés en las actividades.
  • Trastornos de ansiedad: Trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, etc.
  • Trastornos del estado de ánimo: Trastorno bipolar, distimia.
  • Problemas de memoria y concentración: Dificultad para recordar información y prestar atención.
  • Deterioro del juicio y la toma de decisiones.
  • Aumento del riesgo de suicidio.

Otros efectos:

  • Abuso de sustancias: Alcohol, tabaco, drogas.
  • Comportamientos compulsivos: Juego, apuestas, compras.
  • Problemas de relación: Dificultades para comunicarse y mantener relaciones saludables.

Muchas gracias por tu tiempo, Vicente. ¿Dónde podemos encontrarte?

Pues Pepa, podéis encontrarme en Més Que Salut Dénia a mí y a mi compañera Claudia (psicóloga), en c/Ondara s/n y en el teléfono 630 65 91 66.

Referencias:

  • Selye, H. (1974). Stress without distress. New York: J.B. Lippincott.
  • American Psychological Association. (n.d.). Stress. Retrieved from https://www.apa.org/topics/stress/
  • National Institute of Mental Health: https://www.nimh.nih.gov/health/topics/anxiety-disorders/index.shtml
  • American Psychological Association. (n.d.). Stress. Retrieved from https://www.apa.org/topics/stress/
  • Cleveland Clinic. (n.d.). Stress management. Retrieved from [se quitó una URL no válida]
  • Harvard Health Publishing. (2020, March 16). Understanding the stress response. Retrieved from [se quitó una URL no válida]
  • Mayo Clinic. (2023, January 20). Stress management. Retrieved from [se quitó una URL no válida]
  • National Institute of Mental Health. (n.d.). Stress. Retrieved from https://www.nimh.nih.gov/health/topics/anxiety-disorders/index.shtml
  • Sapolsky, R. M. (2015). Why zebras don’t get ulcers: An updated guide to stress, mind, and body. New York: Henry Holt and Company.
  • Seligman, M. E. P. (2011). Flourish: A visionary new understanding of happiness and well-being. New York: Free Press.
63 somatización
Tiempo de lectura: 2 minutos
Hablemos de psicología podcast
Hablemos de Psicologia
63. Somatización
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¡Buenos días, Vicente! Hoy vamos a hablar de… somatización… que es una palabra un poco rara, pero creo que todos más o menos hemos oído hablar de ello ¿no?

En efecto Pepa, la somatización es un tema que a día de hoy no habíamos tratado y que en realidad, es algo que sucede de manera bastante habitual, hoy trataremos de aclarar qué podemos entender por somatización y qué efectos puede causar en nosotros

Pues me parece muy bien, suena muy interesante Vicente, bueno dinos ¿qué es la somatización?

Bien, vayamos al grano, La somatización en psicología se refiere a cualquier síntoma corporal que surge o se incrementa en respuesta a factores psicológicos o situacionales. Dicho de otro modo, la somatización es la expresión de fenómenos mentales en forma de síntomas físicos (somáticos).

Curioso como la mente “hace” sobre el cuerpo…

Sí, sin embargo me gustaría hacer un apunte al respecto: Hoy en día tanto la psicología como la psiquiatría tienden cada vez más a obviar la existencia de una “mente” independiente del cuerpo material, pero curiosamente, y a pesar de los avances científicos y técnicos de las últimas décadas, hay ciertos desórdenes mentales que parecen reivindicar la existencia de un aspecto psicológico “incorpóreo”, solo quería dejar el apunte, sin tener que meternos en debates filosóficos o científicos.

Somatización
Somatización.

Apuntado queda pues y gracias… Tengo una pregunta Vicente ¿qué cosas concretas puede o no hacer la somatización?

Las somatizaciones psicológicas pueden presentarse a través de diferentes síntomas o dolencias:

  • Aparato digestivo: Vómitos, dolor abdominal, náuseas, flatulencia, hinchazón, diarrea, intolerancias alimentarias.
  • Pseudoneurológicas: Amnesia, dificultad para tragar, pérdida de voz, sordera, visión borrosa, desfallecimiento, debilidad muscular, pseudoconvulsiones.
  • Respiratorios o de corazón: Dificultad respiratoria en reposo, palpitaciones, dolor torácico, mareo.
  • Problemas sexuales o del aparato reproductor: como el dolor durante la penetración o la disfunción eréctil, dismenorrea, irregularidad en ciclos menstruales, hipermenorrea, vómitos a lo largo del embarazo, sensaciones quemantes en los órganos sexuales, dificultad miccional.
  • Dolores: Dolor difuso, dolor en extremidades, dolor de espalda, dolor articular, dolor al orinar, cefaleas.

¿Qué no es somatización entonces?

Buena pregunta, la respondo de manera muy directa, somatización NO ES cualquier síntoma produce malestar y que no puede ser explicado médicamente a partir de una revisión del cuerpo. Tampoco lo es la SIMULACIÓN de síntomas (de esto nos habló nuestra compañera Ellen en una de sus intervenciones), así como los trastornos facticios implican la falsificación de síntomas y/o signos físicos o psicológicos en ausencia de incentivos externos evidentes (p. ej., obtener licencia en el trabajo, pagos por incapacidad, o abuso de sustancias; evitar el servicio militar o una acción judicial).

¿Qué podemos hacer al respecto?

Este tipo de problema debe ser tratado desde un enfoque que cubra tanto los aspectos psicológicos y comportamentales de la persona como los fenómenos físicos abordables directamente en el cuerpo del paciente. Por eso merece la pena monitorizar médicamente la evolución de la somatización a la vez que se proporciona Terapia Cognitivo-Conductual, actuando a nivel emocional, de pensamientos y de conductas.

DONDE PODEMOS ENCONTRARTE

Podemos encontrarte a Vicente Seguí y a Nico Haros en la calle Marqués de Campo 18 2ºB. Teléfono: 630659166 y en @visepsicología

¿Hablamos?