¡Buenos días Pepa y feliz año a ti y a todos nuestros oyentes! En efecto, vamos a empezar el año con un tema que siempre nos planteamos, los objetivos de año nuevo. Desde la psicología vamos a intentar aportar nuestro granito de arena para ver si este año podemos llevarlos a cabo ¿tú te has propuesto algún objetivo? (sin que haya que decirlo, claro).
¡Buenos días Pepa y feliz año a ti y a todos nuestros oyentes! En efecto, vamos a empezar el año con un tema que siempre nos planteamos, los objetivos de año nuevo. Desde la psicología vamos a intentar aportar nuestro granito de arena para ver si este año podemos llevarlos a cabo ¿tú te has propuesto algún objetivo? (sin que haya que decirlo, claro).
(P.E.) Pues sí que me he propuesto algún objetivo la verdad/No, estaba esperando a que nos ayudaras con el tema para planteárnoslo ja ja ja
Perfecto Pepa, en ese caso, seguro que alguna cosita podemos aprender de cómo manejar los objetivos de año nuevo, para que resulten motivantes y reduzcamos la tasa de abandono.
¡Me parece genial! ¡vamos a por ello!
Hay unas cuantas variables que son importantes con la cuestión de los objetivos, éstas son: los objetivos tienen que ser medibles y concretos. Un mal ejemplo de objetivo medible sería “entrenar más”. ¿Qué es entrenar más? Si no puedes medirlo, no vas a saber si estás mejorando o no, por lo que estarás perdiendo gran parte de la capacidad de motivación que tiene el objetivo: el progreso.
Perfecto, tienen que ser medibles y concretos ¿qué más?
Muy importante: tienen que ser realistas, es decir, adaptados a nuestras capacidades actuales. Esto signficia que si no hemos entrenado -siguiendo con el ejemplo del entrenamiento- en un año, es muy poco probable que podamos cumplir un objetivo que diga “entrenar 6 días a la semana”. El salto es demasiado grande, y probablemente lo haremos una semana o dos, pero nos supondrá un esfuerzo bestial, haciendo que lo abandonemos rápidamente. Un ejemplo sería “entrenar 1 o 2 días a la semana”.
Muy bien, pues ya tenemos dos, medibles y concretos y realistas ¿qué más podemos hacer?
Aquí vienen dos, que van de la mano (es lo recomendable): acotar los objetivos en el tiempo y ser flexibles. ¿Qué significa esto? Si no hay un tiempo para cumplir los objetivos, a parte de que esto puede transformarlos en abstractos, hace que podamos perder la motivación. Sería conveniente estructurarlos en corto, medio y largo plazo. Por ejemplo: “voy a entrenar dos veces a la semana durante enero, tres veces durante febrero y cuatro durante marzo, así hasta que llegue a 5 días a la semana”. Este sería unos de los objetivos de año nuevo más estructurado que no se centra ni el corto plazo ni tampoco en el largo plazo, y como resultado, nos mantiene motivados.
¿Y el otro factor que nos comentabas?
El otro factor importante es la flexibilidad: en la vida es importante no ser demasiado rígidos, ya que esto se asocia mucho con problemas psicológicos. Una excesiva rigidez puede hacer que los objetivos se vuelvan en contra ¿qué pasa si nos lesionamos? habrá que readaptar todos los objetivos (ser flexible) para no caer en la trampa de la culpa o la victimización. Si hay una lesión no puedo cumplir mis objetivos, es más fácil crear unos nuevos que quedarme lamentándome por no haber podido cumplir los antiguos (y aumentar la probabilidad de abandono).
Bueno Vicente, seguro que con estas pautas podemos planificar y conseguir nuestros ansiados objetivos para año nuevo,¿dónde podemos encontrarte?
Pues Pepa, podéis encontrarme en Més Que Salut Dénia a mí y a mi compañera Claudia (también psicóloga), en c/Ondara s/n y en el teléfono 630 65 91 66.