¿Qué es?
La Reestructuración Cognitiva es la técnica psicológica mediante la cual el terapeuta se centra en la modificación de aquellos pensamientos o creencias desadaptativas que han sido aprendidas por la persona por otras más sanas y adaptativas, que tengan por objetivo reducir el malestar emocional provocado.
Más concretamente explicado, los pensamientos serán considerados tanto por el terapeuta como por el paciente como hipótesis, y ambos tendrán que recabar datos que autentifiquen o desmientan estas mismas (Bados y García, 2010).
La base de la reestructuración cognitiva se sustenta en tres supuestos básicos (Bados y García, 2010):
- La interpretación por parte de las personas de aquellos acontecimientos que nos suceden en nuestro día a día está directamente relacionada con la forma en cómo nos sentimos y por ende en que actuamos. No es lo mismo quedar por primera vez con una persona que nos atrae, y pensar al ver que se retrasa media hora que nos ha dejado plantados o que no le interesamos, a pensar que probablemente haya surgido algún imprevisto que haya provocado el retraso y que es mejor llamar para salir de dudas.
La situación es la misma, y sin embargo impresiona lo diferentes que pueden ser las emociones que surgen en nosotros según si percibimos la situación de una manera o de otra. - El psicólogo es capaz, mediante sus herramientas y su experiencia, de ayudar a la persona a identificar esta clase de pensamientos dolorosos, que a veces son conscientes y otras son completamente automáticas.
- Existe la posibilidad, con el trabajo y dedicación de ambos, de readaptar las cogniciones de la persona a otras más sanas.
La gran mayoría de nosotros tenemos un esquema o estructura cognitivos. Son individuales, personales y diferentes entre cada persona. Se tratan de nuestros pensamientos y nuestra forma de interpretar. Ya sea por aprendizaje externo y transmitido, o por el aprendizaje interno que hemos realizado de circunstancias vividas. En su formación influyen además una serie de variables como: situacionales, fisiológicas, emocionales, y conductuales junto con el significado que representa todo ello para la persona (Bados y García, 2010).
Estos esquemas cognitivos determinan la forma en la que vemos las cosas, dado que moldean aquello a lo que atendemos, prestamos más atención, recordamos y valoramos (Bennett-Levy, Westbrook et al., 2004).
Reestructuración cognitiva.
Además, el objetivo de la reestructuración cognitiva no es la invalidación total de las emociones. Sabemos que las emociones tienen su función y quieren decirnos algo, no obstante, dentro de un equilibrio. La reestructuración se enfoca en aquellos pensamientos que hacen que una emoción se vuelva desmedida, hasta el punto de resultar dañina para la persona (Bados y García, 2010).
Beneficios
Por lo tanto, algunos de los beneficios que puede proporcionarnos acudir a terapia para trabajar nuestros pensamientos son (Bados y García, 2010):
- Aprender a identificar qué tipo de cogniciones inconscientes te están haciendo daño, y están impidiendo que lleves una vida plena.
- Comprender el impacto que éstas están teniendo en ti tanto emocional como conductualmente.
- Readaptar la forma de ver tus pensamientos de modo que sean algo discutible y que hay que verificar, en lugar de verlos como una verdad absoluta.
- Modificar este tipo de pensamientos y reemplazarlos por otros más adaptativos que te lleven a conseguir un cambio tanto emocional como conductual más sano.
Si crees que te mueves a través de ciertos pensamientos que te están provocando malestar y piensas que necesitas ayuda, no dudes en contactar con algún profesional.
Bibliografía
- Bados López, A., y García Grau, E. (2010). La técnica de la reestructuración cognitiva. Universidad de Barcelona.
- Bennett-Levy, J., Westbrook, D., Fennell, M., Cooper, M., Rof, K. y Hackmann, A. (2004). Behavioural experiments: historical and conceptual underpinnings. Oxford guide to behavioural experiments in cognitive therapy (pp. 1-20). Oxford: Oxford University Press.