¿Qué hace un psicólogo?
Con frecuencia, la gente se pregunta qué clase de trabajo realiza un psicólogo, ¿qué cosas hace el psicólogo dentro de la consulta? ¿qué me dirá? ¿tengo que contarlo todo?
La terapia debe ser vista como un proceso en el cual la persona que acude a consulta quiere revertir su situación o estado, y caminar hacia uno nuevo, más placentero y donde su bienestar personal aumente.
La función del psicólogo en este caso es guiar a la persona a través de su situación, dotarla de herramientas y técnicas -ya sean puramente cognitivas o también conductuales- que le permitan aumentar sus recursos personales para enfrentarse con eficacia a su problema, ayudándole a superarlo.
Así pues, el psicólogo ejerce de guía, y no de “solucionador” de problemas, ya que, en realidad, es el propio paciente el que soluciona su problemática. Desde este punto de vista, la terapia psicológica es un recurso de desarrollo personal.
Pero… ¿qué hace un psicólogo?
Al inicio de una terapia, los pasos principales suelen ser los siguientes:
- Evaluación inicial: El psicólogo se entrevista con la persona que acude a consulta, recaba información y pasa las baterías y pruebas pertinentes.
- Informe de estado/diagnóstico: Pasada la fase de diagnóstico, el psicólogo devolverá al paciente un informe (que puede ser verbal o escrito) en el cual éste plantea su hipótesis del problema, líneas de terapia y objetivos a trabajar. Esta fase siempre se realiza con el beneplácito y la aceptación del paciente.
- Desarrollo de la terapia: La terapia propiamente dicha. El psicólogo ayuda a analizar y gestionar -enseñando y dotando de técnicas- las situaciones, pensamientos, emociones o conductas que pueda padecer el cliente, ayudándole a superarlas y/o afrontarlas con garantías.
“La terapia psicológica es un recurso de desarrollo personal”.
Ahora bien, desde el punto de vista de la problemática, las cuestiones a trabajar en consulta pueden ser muy dispares, aquí, una pequeña lista de los objetivos más comunes:
Asertividad
El concepto de asertividad suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
Es también una forma de expresión consciente, congruente, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.
Resolución de problemas
Como bien indica su nombre, una de las cosas que hace un psicólogo es ayudarte a aprender resolución de problemas, consiste en definir y evaluar los distintos problemas que padece el paciente y definirlos, para luego buscar soluciones y alternativas, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Normalmente va asociada a otro tipo de técnicas.
Corrección de distorsiones de pensamiento
Cuando una persona acude en busca de ayuda, suele ser porque tiene pensamientos que le causan malestar. Esto normalmente se debe a unos filtros que todas las personas tenemos, y que hacen que interpretemos la realidad percibida de una determinada manera.
Este tipo de filtros llamados “distorsiones cognitivas” pueden ser corregidos o modificados con ayuda de un profesional de la psicología, haciendo que interpretemos la realidad de una manera muy distinta, provocando una mejora de nuestro bienestar.
¿Qué hace un psicólogo? El psicólogo ejerce de guía, y no de ‘solucionador’ de problemas, ya que, en realidad, es el propio paciente el que soluciona su problemática”.
Superación de duelo
El duelo suele ser un proceso doloroso en el cual se atraviesan distintas etapas, y no siempre tiene que ver con el fallecimiento de un ser. Por ejemplo, la ruptura de una pareja, la terminación de una amistad o la pérdida de un bien material (como el hogar) puede llevar a las personas a atravesar situaciones de dolor, en las que se precise ayuda profesional.
En este caso, el psicólogo ayudará al paciente a aprender a gestionar este tipo de situaciones, emociones y sentimientos, con el fin de que la etapa no se cronifique y tampoco derive en otro tipo de problemas.
Control de activación
Se conoce como control de activación a la capacidad que tenemos los seres humanos de afrontar la manera en la que reaccionamos ante diferentes situaciones, excitándonos o relajándonos.
En ocasiones, las personas pueden sufrir un exceso de activación (como por ejemplo al hablar en público) ante una determinada situación, haciendo que ésta se perciba como algo desagradable. La terapia psicológica nos ayudará a controlar nuestros niveles de activación mediante diversas técnicas.
Entrenamiento en habilidades sociales
El entrenamiento en habilidades sociales se refiere a técnicas de autoexpresión y conducta para pacientes con inhibición social (timidez), aunque también puede ser utilizado con personas que se encuentran en el polo opuesto -agresividad social-.
Gestión de las emociones
La inteligencia emocional es un pilar fundamental a día de hoy, no solo de la psicología, sino de la sociedad actual. Aprender a saber gestionar nuestras emociones en cada momento, y adecuar nuestros comportamientos en consonancia a éstas, es una habilidad que nos ayudará a superar con éxito no solo el día a día, sino también los problemas que puedan acontecer en nuestra trayectoria vital. Enseñar a gestionar correctamente las emociones también es algo que hace un psicólogo.
Si te has sentido identificado con algunas de estas situaciones o sientes que estás sufriendo otras que no aparecen en el listado, no dudes en acudir a un profesional de la psicología que sepa valorar tu situación y ayudarte a superar tus problemas.
Bibliografía:
«Asertividad». Wikipedia, la enciclopedia libre, 5 de octubre de 2016. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Asertividad&oldid=94108220.