El economista J.K. Galbraith escribió una vez: “Ante la elección entre cambiar de opinión y demostrar que no hay necesidad de hacerlo, casi todos se ocupan de la prueba”.
En la psicología se ha observado desde hace décadas que las personas reaccionamos fuertemente cuando tratamos de defender nuestras creencias, mostrándonos más inclinados a defenderlas que a cambiarlas. Pero ¿por qué ocurre esto?
Lo importante es sobrevivir
Una de esas razones es que los humanos tenemos un profundo deseo de pertenecer. Según James Clear, “los humanos somos animales de manada. Queremos encajar, vincularnos con los demás y ganarnos el respeto y la aprobación de nuestros compañeros. Tales inclinaciones son esenciales para nuestra supervivencia. Durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva, nuestros antepasados vivieron en tribus.”
De hecho, para nuestros antepasados, separarse de la tribu o ser expulsado, era una sentencia de muerte.
Esto nos lleva a lo siguiente (y no te va a gustar): No siempre creemos las cosas porque son correctas. A veces las creemos simplemente porque nos hacen quedar bien ante las personas que nos importan. Comprender la verdad de una situación es importante, pero también lo es seguir siendo parte de una tribu.
“Si un cerebro anticipa que será recompensado por adoptar una creencia particular, está perfectamente feliz de hacerlo, y no le importa mucho de dónde proviene la recompensa, ya sea pragmática (mejores resultados fruto de mejores decisiones), social (mejor trato de los compañeros o alguna mezcla de las dos”.
Kevin Simler
Los hechos no cambian nuestras creencias. La amistad sí.
Siguiendo con el punto anterior, plantéate lo siguiente: convencer a alguien para que cambie de opinión es en realidad convencer a alguien para que cambie de tribu. Si esta persona abandona sus creencias, corre el riesgo de perder sus lazos sociales.
No puedes esperar que alguien cambie de opinión si esto signfica apartarle de su tribu. Tienes que darle una tribu a la que ir.
Cambiar de opinión ya no es atender a las evidencias. Es cambiar de personalidad y plantearse la posibilidad de plantarse ante el abismo de la soledad, el rechazo y el descontrol. Entonces ¿hay algo que se pueda hacer?
Si alguien a quien conoces, te gusta y en quien confías cree en una idea radical, es más probable que le des mérito, peso o consideración. Ya que estás de acuerdo con éste en la mayoría de las áreas de la vida. Incluso puedes llegar a plantearte cambiar de opinión sobre esto también. Pero si alguien muy diferente a ti propone la misma idea radical, bueno, es fácil descartarle como a un chiflado. La amistad como camino de cambio.
Las creencias son difíciles de cambiar.
Alain de Botton recomienda comer con personas de opiniones diferentes para fomentar la tolerancia y reducir los prejuicios. Sentarse a la misma mesa y compartir la comida con desconocidos dificulta odiarles sin motivo. La proximidad física que supone compartir una comida interrumpe la capacidad de estereotipar y discriminar a las personas por su aspecto o su acento. Este método de fomentar la tolerancia entre vecinos desconfiados mediante cenas conjuntas es más eficaz que las soluciones políticas a gran escala. Este enfoque es similar a la cita de Abraham Lincoln: “No me gusta ese hombre. Debo conocerle mejor”.
Existe otra manera: Leer. Percibiremos como amenazante cualquier idea que sea lo suficientemente diferente a nuestra visión actual del mundo… Y el mejor lugar para reflexionar sobre una creencia amenazante es en un entorno no amenazante. Con un libro, la conversación tiene lugar dentro de la cabeza de nuestra cabeza y sin el riesgo de ser juzgados por otros. Es más fácil tener la mente abierta cuando no te sientes a la defensiva.
Por qué persisten las creencias falsas
Tal y como escribió un empleado de Twitter: “Cada vez que retuiteas o citas a alguien con quien estás enojado, les ayuda“. Ley de la recurrencia de Clear: el número de personas que creen en una idea es directamente proporcional al número de veces que se ha repetido durante el último año, incluso si la idea es falsa.
“Pasa el menor tiempo posible hablando de cómo otras personas están equivocadas”.
Tyler Cowen
¿Por qué criticamos las “malas” creencias? Es sencillo, queremos criticar las malas creencias porque creemos que el mundo estaría mejor si menos personas las creyeran.
La mayoría de la gente argumenta para ganar, no para aprender. Como Julia Galef lo expresa tan acertadamente: las personas a menudo actúan como soldados en lugar de exploradores. Los soldados están en el ataque intelectual, buscando derrotar a las personas que difieren de ellos. La victoria es la emoción operativa. Los exploradores, mientras tanto, tratan lentamente de descubrir el terreno con otros. La curiosidad es la fuerza motriz.
Conclusión: sé amable primero, ten razón después
Según Haruki Murakami, ganar una discusión significa destruir la realidad de la persona contra la que se discute. Perder la propia realidad puede ser una experiencia dolorosa, por eso es importante ser amable incluso cuando se tiene razón.
Nuestras opiniones y actitudes políticas son una parte importante de quiénes somos y cómo construimos nuestras identidades, por lo que estamos mucho más motivados para razonar y argumentar defendiendo nuestros propios puntos de vista -o quizás deberíamos decir los de nuestro grupo- que para cambiarlos.
Artículo traducido y adaptado de: Why Facts Don’t Change Our Minds.
Referencias
- Clear, J. (2018, September 10). Why Facts Don’t Change Our Minds. James Clear. https://jamesclear.com/why-facts-dont-change-minds?utm_source=pocket_reader
- Ley de la recurrencia de Clear: qué es y cómo describe la comunicación. (2020, January 9). Psicologiaymente.com. https://psicologiaymente.com/social/ley-recurrencia-clear
- Pärnamets,Jay, P. (2018, November 20). How Political Opinions Change. Scientific American. https://www.scientificamerican.com/article/how-political-opinions-change/
- Moran, G. (2020, January 14). How to find common ground when it seems impossible. Fast Company; Fast Company. https://www.fastcompany.com/90451221/how-to-find-common-ground-when-it-seems-impossible?utm_source=pocket_collection_story
- Israel, T. (2020, October 12). How to listen — really listen — to someone you don’t agree with. Ideas.ted.com. https://ideas.ted.com/how-to-listen-really-listen-to-someone-you-dont-agree-with/?utm_source=pocket_collection_story
- Gino, F. (2018). Why Hostility Can Bring People Closer Together. Pocket; Pocket. https://getpocket.com/explore/item/why-hostility-can-bring-people-closer-together?utm_source=pocket_collection_story