vicente segui psicologo terapia online skype

¿Qué es?

En la terapia online -tan efectiva como la presencial- se produce el mismo contacto real entre el cliente y el terapeuta, solo que en un espacio virtual. A pesar de que cada día está más implantada, es cierto que a día de hoy todavía existen reticencias para muchas personas cuando se trata de esta modalidad de terapia. Para Muchas personas y terapeutas la utilizan tanto de forma aislada como complementándola a la terapia presencial.

Leer más

la esperanza tambien cuenta

A continuación, os dejo la transcripción de parte de mi intervención en Radio Dénia Cadena Ser el 25 de marzo de 2020 sobre la esperanza.

Esta entrevista fue un poco especial, nos hallábamos ante las puertas de la primera quincena de confinamiento en casa debido a la pandemia del coronavirus y decidí (o percibí) que esta vez tenía que ser algo diferente. Quise que fuese un mensaje sencillo y cálido que, sin tecnicismos, cualquier persona pudiera entender. Un mensaje de esperanza.

Y es que a veces, en psicología, hay que transmitir el mensaje de la manera más humana posible.

La esperanza y tú , querido oyente:

La semana pasada estuve hablándote acerca de qué pautas y consejos podías seguir durante el confinamiento para poder adaptarte mejor, me pareció que en ese momento era lo más adecuado.

Hoy, a 25 de marzo, tras casi 13 días, sabes… no voy a darte más pautas… Y no lo voy a hacer porque creo que en este momento no es lo que necesitamos, no lo percibo así. Sinceramente creo que no son consejos lo que más necesitamos ahora mismo.

Tú, y otras muchas personas como tú, me preguntáis sobre como sentiros mejor, si ya estáis haciendo todo lo que os recomendé la semana pasada.

Querido compañero, en estos momentos no hay mucho más que podamos hacer, y es normal que sientas agobio, incertidumbre e incluso miedo, pero ¿sabes? Estoy seguro de que podremos sacarlo. Es una situación complicada, sí, pero desde luego NO es el final.

Sé que mis palabras ahora te resultarán difíciles de entender, pero también sé, que pasado un tiempo, cobrarán significado para ti.

Querido compañero/a de viaje, quiero decirte que no estás solo, sino que estamos unidos, todos,  juntos en esto. Tengamos esperanza.

Quizás nos encontramos en un tiempo de recogimiento, de dolor, de estar con uno mismo. Quizás es tiempo de empezar a ser amable contigo mismo, a tolerarte y comprenderte en tus malos momentos, tal y como haces siempre con los demás.

¿Y los demás? Sí, los demás también. Te decía que es un tiempo de estar con uno mismo, pero también es tiempo de estar con los demás, con los nuestros -y los no que no lo son tanto-, tiempo de ayudarnos, dejar de un lado las diferencias y colaborar para hacer frente a las dificultades que nos unen.

Con un gesto, con una palabra, con una mirada, con ese SENTIR en la distancia.

Por eso, para finalizar, solo quiero decirte que si quieres, juntos, podemos acompañarnos.

Si quieres escuchar la intervención completa en Radio Dénia Cadena Ser 25/03 o pincha AQUÍ

ansiedad social vicente segui

Noto que me sudan las manos cuando estoy en público. Me pongo nervioso al hablar. Me gustaría dirigirme a esa persona, pero tengo miedo de que piense mal de mi…

¿Te ha ocurrido alguna vez?

El trastorno de ansiedad social no es ninguna fobia rara, más bien es un tipo común de trastorno de ansiedad. Las personas con este trastorno tienen síntomas de ansiedad o miedo en ciertas o todas las situaciones sociales que tratan de hacer cosas sencillas frente a otras personas. Comer o beber delante de otros, usar un baño público, les puede causar ansiedad o temor, ya que tienen miedo de ser humilladas, juzgadas y rechazadas.

Sin embargo, como en muchas ocasiones, cuando hablamos de ansiedad, existe la parte de la autovaloración percibida negativa, es decir, como creemos que somos. En estos casos tendemos a valorarnos de manera negativa.

Una característica esencial del trastorno de ansiedad social, es un marcado e intenso miedo o ansiedad a las situaciones sociales en la que el individuo puede ser analizado por los demás.

El temor que tienen las personas con este trastorno en situaciones sociales es tan fuerte que piensan que controlarlo está más allá de su capacidad.

En los peores casos, el temor se interpone con su capacidad para ir al trabajo, asistir a la escuela o hacer cosas cotidianas, evitar determinadas situaciones puede convertirse entonces en una estrategia efectiva a corto plazo, pero dañina a largo plazo puede ser:

  1. generalizada (p. ej., rechazo a ir a fiestas, a la escuela)
  2. sutil (p. ej., preparar demasiadas veces el texto de un discurso, desviar la atención a los demás para limitar el contacto visual).

Estas valoraciones o ideas negativas sobre nosotros mismos generan sufrimiento, disminuyen la autoestima y cambian el autoconcepto, por lo que es importante trabajarlas e intentar modificarlas.

Algunas consecuencias de estas ideas pueden ser los siguientes síntomas o conductas observables:

  • Evitar los lugares donde hay otras personas.
  • Tener náuseas o malestar estomacal.
  • Mostrar una postura corporal rígida, poco contacto visual o hablar con una voz sumamente baja.
  • Ser demasiado conscientes de uno mismo frente a otras personas y sentirse avergonzado y/o torpe.
  • Enrojecerse, sudar, temblar, o sentir que el corazón late muy rápido o que la mente “se pone en blanco”.
  • Tener mucho miedo de que otras personas nos juzguen.
  • Sentirse asustado o incomodado al estar con otras personas, especialmente si son desconocidas o semi-desconocidas, teniendo dificultades para hablar con ellas por más que uno mismo quiera hacerlo.

Evitar determinadas situaciones puede convertirse entonces en una estrategia efectiva a corto plazo, pero dañina a largo plazo: puede ser generalizada (p. ej., rechazo a ir a fiestas, a la escuela) o sutil (p. ej., preparar demasiadas veces el texto de un discurso, desviar la atención a los demás para limitar el contacto visual).

Existen varias situaciones comunes en las cuales podemos detectar que tenemos dificultades -de manera significativa- y que pueden estar dándonos “pistas” sobre si podemos estar padeciendo ansiedad social, como por ejemplo:

  • Hablar en público
  • Charla informal/reuniones
  • Acudir a fiestas
  • Mantener una conversación
  • Iniciar una conversación
  • Comer/beber en público
  • Escribir en público
  • Utilizar un lavabo público

¿Significa necesariamente que sentir una dificultad  sea que estamos padeciendo un trastorno de ansiedad social?.

El DSM-V o manual de diagnósticos estadísticos de los trastornos mentales, nos propone los siguientes criterios:
  1. El miedo, la ansiedad o la evitación son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto sociocultural.
  2. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses.
  3. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
  4. El miedo, la ansiedad o la evitación no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica.
  5. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explican mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como el trastorno de pánico, el trastorno dismórfico corporal o un trastorno del espectro autista.
  6. Si existe otra enfermedad (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración debida a quemaduras o lesiones), el miedo, la ansiedad o la evitación deben estar claramente no relacionados con ésta o ser excesivos.

Una característica esencial del trastorno de ansiedad social es un marcado o intenso miedo o ansiedad a las situaciones sociales en las que el individuo puede ser analizado por los demás.

¿Cómo superar la ansiedad social?

El TAS suele presentar una buena respuesta a la terapia cognitivo-conductual (TCC). Es fundamental que los mismos sean llevados a cabo por personal altamente entrenado, profesionales de la psicología (la ansiedad social, no puede ni debe ser tratada por profesionales del ámbito del coaching si éstos no poseen la titulación oficial en psicología).

En adolescentes, el tratamiento puede requerir la implicación de los padres en terapia para ayudarle a superar el trastorno, aunque no siempre es necesario.

En algunos casos está indicado incluir adicionalmente un tratamiento psicofarmacológico, ya que éste puede contribuir a lograr respuestas en casos resistentes a la TCC.

Comorbilidad

Otros trastornos con los que puede cursar la ansiedad social son:

  • Agorafobia
  • Trastorno de pánico
  • Trastorno de ansiedad generalizada
  • Trastorno de ansiedad por separación
  • Mutismo selectivo
  • Trastorno depresivo mayor
  • Trastorno dismórfico corporal
  • Trastorno delirante
  • Trastorno del espectro autista
  • Trastornos de la personalidad
El trastorno de la ansiedad social puede cursar también con timidez e introversión, pero ninguno de estos conceptos son trastornos.
como afrontar la ansiedad y el miedo

Tanto las fobias como las ansiedades, así como la ansiedad social, se resuelven afrontándolas.

No es fácil, pero si se va paso a paso, poco a poco, la mayoría de la gente aprende a lidiar con los temores y ansiedades, e incluso a superarlos.

El doctor Suma Chand, un psicólogo clínico que ayuda a la gente fobias, dice:
“Lo más razonable que le puedo decir a alguien sobre el miedo es esto: todas las emociones cambian. No vas a permanecer en estado de pánico por el resto de tu vida. Persevera, y el temor se disolverá”. El temor y la ansiedad son emociones que pueden atraparte, el doctor Chand dice al respecto:

“Cuanto más lo alimentas, más crece ya que el miedo atrapa a la gente. Te mete en una caja y tu mundo se vuelve más y más pequeño.
Pasado un tiempo, estás evitando la incomodidad del miedo en sí, en lugar de lo que temes. Cuando evitas las cosas que temas te sientes seguro y cómodo, y entonces no te apetece hacer nada que te saque de ese capullo de confort, sin embargo, pagas un alto precio -tu libertad para vivir tu vida como tu realmente la quieres vivir-”.

“Lo más razonable que le puedo decir a alguien sobre el miedo es esto: todas las emociones cambian. No vas a permanecer en estado de pánico por el resto de tu vida. Persevera, y el temor se disolverá”.

como afrontar la ansiedad y el miedo

Una de los pacientes del doctor Chand tuvo exactamente esta experiencia:

“Tuve a una anciana que se cayó y se rompió una cadera, fue muy traumático para ella. Después de que se recuperara, no quería que esta experiencia se repitiese.
Se volvió muy cautelosa y evito andar por ningún lugar en el que hubiese posibilidad de caer. Aunque su miedo fue inicialmente se había traducido en intentos racionales de comportarse con cautela, acabó convirtiéndose en evitación.
La evitación le hacía sentirse segura pero causó que el miedo creciese.
Dejó de ir a la tienda, al centro comercial y a yoga, todas aquellas actividades que ella disfrutaba. Sus interacciones sociales se redujeron y empezó a estar más tiempo en casa, evitando sus actividades favoritas, se volvió extremadamente miedosa a las caídas. Comenzó a sentirse desesperanzada y aislada en su existencia.
Si bien el tratamiento es básicamente enfrentar el miedo, se realiza de manera que no abrume al paciente”.

Al realizar un enfoque progresivo y gradual del miedo, la anciana se sentía menos abrumada al enfrentarlo.Cuando vió que empezaba a tener éxito al afrontar su miedo, fue como si se encendiese un interruptor en ella, y empezó a avanzar cada vez más rápido. Pronto ella estuvo bien, y volvió a realizar sus viejas actividades otra vez”.

El Dr. Chand describe cuándo abordar los temores:
“El tiempo para abordar un miedo es cuando encuentras que te está causando mucha angustia y está afectando tu vida de una manera significativamente negativa. Por ejemplo, muchas personas temen a las serpientes, que por supuesto pueden ser peligrosas, pero no están preocupadas por este miedo y no encuentran que está deteriorando mucho sus vidas. Por otro lado, algunas personas temen a los gatos, que es improbable que les causen mucho daño. Pueden entrar regularmente en pánico por las visitas a las casas de aquellos amigos que tienen gatos, y así comenzar a evitar tales situaciones.

Las fobias sociales son extremadamente comunes y las personas que lo experimentan a menudo se sienten muy ansiosas por todo tipo de situaciones sociales.

Finalmente, el Dr. Chand dice:

“Tuve una paciente que tenía fobia social […]. Le pedí que mirara sus opciones. Si elegía entrar en las situaciones que ella temió en etapas graduales había una posibilidad de que realizase sus sueños. Sin embargo, si optaba por la opción de evitarlos, le garanticé que nada cambiaría.
La buena noticia es que optó por enfrentar sus miedos y desafiar sus pensamientos temerosos.
Hoy está saliendo con alguien y están bien en su camino a una relación a largo plazo”.

¿Hablamos?